Roca
Acrílico sobre lienzo.
160 x 180 cm.
Exploración profunda de la condición humana a través del retrato. Utilizando una paleta de colores no convencionales que mezcla tonos fríos de azul y verde para la piel, en contraste con un vibrante fondo amarillo, la obra captura la esencia de la experiencia y la emoción acumulada a lo largo de una vida. Las pinceladas angulares y dinámicas, junto con una técnica expresionista, enfatizan la textura y las líneas del rostro, simbolizando las cicatrices y las historias grabadas por el paso del tiempo.
La mirada del personaje, intensa y reflexiva, invita al espectador a conectar con una narrativa de sabiduría y resiliencia. Mi intención es transcender la representación física para evocar una respuesta emocional, donde cada arruga y cada sombra cuentan una parte de una historia universal. A través de la abstracción y el uso de colores audaces, busco un homenaje a la fortaleza y la profundidad de la experiencia humana.




